Con ello lo que se pretende conseguir es que cualquier individuo o distribuidor de contenidos (como Facebook, Spotify, etc) tenga un servicio con la misma calidad. Así ninguno de ellos se verá perjudicado o beneficiado por las compañías de telecomunicación.
Todo esto beneficia enormemente a las grandes operadores en USA, que tendrán plenos poderes para poner sus precios y dar acceso o no a según que servicios, a cambio de ser totalmente transparentes. Con ello internet en el país yankee podría ser una nueva televisión por cable, donde se ofrecierían distintos paquetes de acceso a los clientes.
Por ejemplo algún proveedor podría ofrecer acceso a Facebook, Twitter y a la Wikipedia... pero si quisieras ver Netflix deberías pagar una cuota superior.
